Saeed Amidi (Teherán, 1960) se declara un apasionado de las universidades. En ellas busca la savia que alimenta Plug and Play, el fondo de capital riesgo que puso en marcha en el 2006 y que, casi 20 años después, es uno de los mayores del planeta con 2.000 millones de dólares en activos gestionados y con el éxito de haber participado en 30 de los principales unicornios (empresas emergentes no cotizadas cuya valoración supera los 1.000 millones de dólares). Atiende a La Vanguardia en Madrid tras anunciar un nuevo fondo de inversión en España.
Su historia es incluso más impactante que la surgida de los garajes de Steve Jobs (Appel) o Marc Zuckerberg (Meta). Su película podría titularse: “De las alfombras persas a Silicon Valley”.
(Risas) Mi familia salió de Irán y se asentó en California y sí, allí tuvo un primer negocio de alfombras. En un principio, cuando llegamos a California, yo quería ganar dinero en el sector inmobiliario, alquilando espacios a empresas emergentes. Nuestra primera inversión fue un edificio muy cerca de la Universidad de Standford, que ahora llamamos el “edificio de la suerte”. Nuestros primeros clientes fueron pequeñas empresas tecnológicas. Empezaba lo que luego fue Silicon Valley. Nos gustó su forma de trabajar y la copiamos; así surgió Aquaservice. Pero sobre todo me enamoré de los emprendedores y quise ayudarlos, ese es el espíritu de Plug and Play. Invertimos en PayPal cuando apenas tenía dos empleados y en otras tecnológicas. Desde entonces hemos ayudado a más de 100.000 startups a crecer. Esto es una media de 3.000 al año. Ahora, el 90% de nuestro negocio en Amidi Group es tecnología.

Saeed Amidi, fundador y CEO de Plug and Play, en una foto tomada durante la entrevista
Acaban de anunciar una colaboración con un fondo de Kazajistán para invertir 20 millones aquí. ¿Por qué con un fondo kazajo y para España?
Hasta hace tres o cuatro años, yo solo invertía el dinero de Plug and Play. Es un modelo en el que estoy cómodo, hago lo que me encanta sin tener que dar explicaciones a nadie ni rendir cuentas. Pero en los últimos años, muchos de los inversores profesionales a los que conozco desde hace años me piden que colabore con ellos. Por eso, hemos puesto en marcha inversiones conjuntas en diversas zonas del mundo. La colaboración con EA Ventures se enmarca en esta nueva estrategia. Ellos vendieron una empresa de juegos y vinieron a verme a California para que les ayudáramos a invertir. Nos elegimos el uno al otro. Son un exitoso grupo de capital privado en Kazajistán y tienen muchas ganas de invertir en Europa. También estoy seguro que lo harán en California, esto es un proyecto piloto para ellos.
“En Stanford, el 50% de los alumnos piensa en emprender, en otras universidades, solo el 5%”
¿Por qué España en concreto?
El motivo es que a su promotor le encanta el Real Madrid y querían invertir aquí. Así que sí, el Real Madrid les trajo a España. Nosotros ya teníamos mucha experiencia aquí. Habíamos invertido en Valencia con AquaService, estamos muy ligados a Barcelona donde hemos trabajado con CaixaBank, tanto con el banco tradicional como con Imagin Bank, también con UserZoom. Tenemos tres oficinas en España (València, Madrid y Barcelona), así que hacemos buen equipo.
¿En qué sectores o lugares tienen intención de invertir esos 20 millones?
No lo sabemos. Vamos a buscar oportunidades. Nuestro equipo de inversión está en Barcelona y conocemos bien el sector financiero, por nuestra colaboración con CaixaBank y porque en Nueva Jersey acabamos de abrir un centro de excelencia en IA en este sector que lo está cambiando todo. En cualquier caso, tenemos un comité para decidir estas cosas. Anunciaremos algo antes del verano. Aunque sí le puedo adelantar que estamos evaluando la posibilidad de abrir un centro de excelencia de inteligencia artificial para la salud femenina en València en colaboración con la Universitat Politècnica de València, que es una de las cinco mejores del mundo en esta materia. También en Madrid y Barcelona hay ideas de centros de excelencia, aunque en otros sectores.
En casi 20 años hemos ayudado a más de 100.000 startups a crecer, unas 3.000 al año
¿Cómo detecta cuando hay potencial en un proyecto o en un grupo de emprendedores?
Drew Houston y Arash Ferdowsi inventaron Dropbox porque les costaba compartir archivos cuando eran estudiantes. Google surgió de los problemas de Larry Page y Serguéi Brin para encontrar la información correcta. Cuando me reúno con un equipo de estudiantes o emprendedores, lo que busco es pasión por resolver sus propios problemas. Además, el equipo debe ser diverso. Pero la verdad es que me dejo llevar por la intuición y el corazón. Nunca invertiré en alguien que me pida ayudarle a buscar un ingeniero. Ellos deben tener el equipo, la idea y hacer el trabajo duro. Yo pongo el 1% diferencial para que su empresa despunte, les conecto con inversores que puedan invertir en su negocio. El año pasado invertí solo 50 millones, pero les ayudé a recaudar más de 3.500 millones de dólares.
¿Por qué en España es tan difícil crear un unicornio?
Para crear un unicornio hay que pensar globalmente. Es el modelo israelí. Allí el ecosistema de startupscrea un producto rápido, lo ponen a prueba y lo lanzan al mundo. No piensan en el mercado local, desde el principio tienen que pensar en el mundo. Nosotros lo que hacemos es tomar a equipos locales, por ejemplo, españoles, japoneses o alemanes, y los llevamos a California tres meses para ampliar su visión, que piensen globalmente.
La pasión por el Real Madrid de nuestro socio kazajo trajo a España este fondo de 20 millones de euros”
Está abriendo nuevas oficinas en universidades de todo el mundo.
Después de 20 años, estoy volviendo a hacer lo que hacía antes. Ir a las universidades y abrir oficinas allí. En Stanford, donde estamos desde el principio, el 50% de los estudiantes piensa en emprender por su cuenta; en otras universidades, solo el 5%. Quiero cambiar la mentalidad en todo el mundo. Tenemos que crear confianza para impulsar el espíritu emprendedor.
¿No teme que los vertiginosos cambios geopolíticos actuales y el fin de la globalización acaben con su modelo?
Ahora hemos puesto un cortafuegos entre nuestras oficinas de China y EE.UU., porque creo que es el problema más fuerte. Por supuesto, las tensiones tendrán consecuencias. Pero nosotros forjamos alianzas con independencia de los partidos políticos y los gobiernos. En el mundo emprendedor, yo creo que el espíritu no va a cambiar.
Si tuviera que volver a empezar, ¿qué haría diferente?
Investigaría el mercado mucho más de lo que lo hice, que fue nada. A cualquier emprendedor ahora le recomiendo que conozca muy bien el sector y su competencia, que tenga mucha pasión y que trabaje duro. Esta es la base de todo.