La Fiscalía mantiene la petición de 20 años por el crimen en el bar de El Casar
EFETOLEDO. La Fiscalía y la acusación particular mantienen sus peticiones de 20 años de prisión para el camarero dominicano Sócrates F.S., de 30 años, que presuntamente asesinó a un cliente colombiano

EFE
TOLEDO. La Fiscalía y la acusación particular mantienen sus peticiones de 20 años de prisión para el camarero dominicano Sócrates F.S., de 30 años, que presuntamente asesinó a un cliente colombiano en un bar de El Casar de Escalona el 6 noviembre de 2006 tras una discusión.
En sus conclusiones definitivas, la fiscal del caso entiende que hay pruebas, informes y testimonios suficientes para sostener que Sócrates cometió el crimen con un cuchillo jamonero y no con una espada, que no tenía sangre, y que el acusado usó previamente para intimidar a la víctima mientras discutía con un amigo en el bar «La Churrería» de la citada localidad.
Además, la fiscal se basa en los informes forenses que determinaron que las dos heridas que presentaba en el hemitórax la víctima, Juan Carlos Rodríguez, de 34 años, eran compatibles con el cuchillo jamonero que se encontró dos días después en el balcón de una vivienda próxima al lugar de los hechos.
El ministerio público entiende que hubo alevosía y, por tanto, un delito de asesinato, porque el acusado asestó dos puñaladas al fallecido, con las que se quiso «asegurar» el desenlace de la víctima y entiende que Sócrates ha mentido durante todo el proceso y que solo él «se encargó de juzgar, condenar y ejecutar» a Juan Carlos.
Por su parte, la acusación particular, que representa los intereses de la madre del fallecido, coincide con la Fiscalía en la mayoría de los argumentos, aunque aumenta la cantidad de la indemnización a la progenitora del acusado.
El letrado de la acusación añadió a lo dicho por la fiscal que el inculpado tenía restos de sangre de la víctima en sus ropas, que Sócrates no avisó a la Policía ni pidió ayuda sanitaria para el fallecido y que utilizó el cuchillo a pesar de que en el bar había otros objetos menos peligrosos.
Insiste en su inocencia
El abogado de la defensa, que pide la absolución, se volvió a quejar ayer de la parcialidad del proceso por no haberle sido aceptadas varias pruebas solicitadas, como un informe psiquiátrico, el examen de un cabello rubio encontrado en la uña de la víctima y la reconstrucción de los hechos.
El letrado defensor mantiene la inocencia de su patrocinado y para ello se basa en la uniformidad de las distintas declaraciones prestadas por el camarero, en los testimonios dados por los clientes del bar, cuya versión no coincide, y por lo dicho por los agentes de la Guardia Civil.
Al final de la vista oral, el inculpado proclamó su inocencia, negó que sea un asesino, porque «un asesino planifica y se ensaña», dijo Sócrates, quien desmintió que fuera un inmigrante ilegal, porque ha llegado a través del procedimiento de «reagrupación familiar», argumentó.
Dijo también que podía haber huído del pueblo en el coche de su primo y que el primer abogado que se hizo cargo de su caso ya le advirtió de que le iban a «denegar la libertad por ser negro».
Esta declaración molestó al presidente magistrado del jurado, Alfonso Carrión, quien pidió al acusado el mismo respeto que para él se le había tenido en la sala.
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