A falta de José Luis Gayà, Roman Yaremchuk y Mouctar Diakhaby, Rubén Baraja sigue exigiendo día a día el máximo a los suyos, pero, sin novedades en el césped, las noticias en el Valencia parecen estar fuera del campo, como la surgida anoche en la casa de Sergi Canós.
La mayoría de jugadores de la primera plantilla del Valencia se reunieron en la noche de este jueves para hacer ‘piña’ y preparar el tramo final de la temporada, que hace soñar a un equipo que ahora mismo es séptimo y que aspira a meterse en Europa por primera vez en cinco temporadas.
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Tras superar una campaña horrible, en la que el Valencia estuvo a punto de bajar a Segunda División, todos los futbolistas insisten en que en verano todo cambió, que el vestuario es uno de los mejores que han visto, como así lo aseguró Cenk Özkacar hace un par de días, o que Rubén Baraja les ha dado la “soltura” que necesitaban, como relató Diego López justo después de renovar.
Esa ‘liberación’ ha propiciado que el Valencia de Baraja haya llegado a la jornada 30 como séptimo clasificado de la Liga, una plaza que no albergaba a estas alturas desde 2019, gracias, sobre todo, al rendimiento defensivo de un bloque que es el cuarto equipo con menos goles recibidos de toda la Liga a pesar de que su pareja de centrales está conformada ahora mismo por Cristhian Mosquera, de 19 años, y Cenk, de 23.
El buen ambiente se palpó también en esa cena. Casi todos los jugadores subieron a sus redes sociales una foto grupal en la que mostraban la unión y el compromiso de un vestuario que sigue a su entrenador, Rubén Baraja, con el objetivo de pelear por la Conference League, a pesar de que tanto Betis como Villarreal tienen, a priori, mejores plantillas que la del Valencia.
Diego López dio en la clave el pasado miércoles, justo después de firmar su extensión de contrato con el equipo que le ha permitido debutar en la Primera División: “Baraja nos ha hecho que juguemos con la soltura con la que jugamos, sin ningún tipo de presión. Estamos agradecidos, no solo los jóvenes también el resto del equipo porque lo que está haciendo tanto él como todo el cuerpo técnico que hay detrás, están haciendo un trabajo magnífico y por eso estamos tan bien este año”.
Pero el asturiano también resaltó el grupo formado este año: “Tenemos un grupo muy bonito. Venimos diciéndolo todo el año. Esa es una de las claves que nos está llevando a estar donde estamos. Todos nos llevamos muy bien en el vestuario. Somos una familia y eso nos está ayudando mucho este año para conseguir los objetivos. Todo el equipo rema en la misma dirección”. A falta de ocho partidos, parece claro que aunque al equipo le cueste marcar y cerrar los partidos, a compromiso será muy difícil ganarle.